Comenzamos un lunes más en nuestra penúltima semana de formación con la querida frase del día que dice así:
Frase que a muchas y muchos de nosotros nos viene al dedillo, ya que en algún caso de nuestras vidas hay momentos que nos ha causado tanta vergüenza que podemos sentirnos muy incómodos, pero ésta puede ser una buena manera de superar cosas, pruebas, retos ... e ir mejorando día a día.
Seguidamente nuestro docente Manolo nos propone el curioso caso de " los ojos claros y oscuros".
Si los tenéis oscuros estáis de suerte, porque según unos test de inteligencia, los que poseen los ojos oscuros son mejores que el resto. Y claro está, que a nosotras ésto no nos cuadraba mucho, respondiendo así cada una de formas diferentes.
Pero, ¿ Qué pasaría si dividiéramos a una clase de alumnos de primaria en función del color de ojos y les convenciéramos de que uno es superior al otro?.
Lo podemos comprobar en el siguiente vídeo: Una clase dividida.
El propósito del ejercicio era demostrar a la clase los efectos de la discriminación.
Los niños con ojos marrones debían llevar atado al cuello un pañuelo de color negro para que pudieran ser reconocidos en la distancia. Además, estaba prohibido que los de ojos marrones se acercaran a los de ojos azules.
Al final del día los niños de ojos marrones reclamaban que sentían que "todo lo malo le sucedían a ellos". En cambio, los alumnos de ojos azules disfrutaban de sus ventajas aprovechándose del otro grupo.
Al día siguiente, la profesora invirtió los papeles, y al terminar el día reunió a todo los alumnos para explicarle la finalidad del ejercicio, y era hacerles conocer cómo funciona el racismo y hacerles reflexionar sobre los prejuicios sociales y cómo afectan éstos a la educación y a la formación de nuestra sociedad.
Con éste experimento podemos darnos cuenta que se trata de un efecto pigmalión, ya que es un suceso que describe la creencia que tiene una persona de poder influir en el rendimiento de otra.
Y con esta reflexión, nos vamos a nuestra merienda, con una visita inesperada de Juan Luis que nos hizo mucha ilusión poder volver a verlo.
Pasado éste rato, cada una de forma individual, nos pusimos manos a la obra haciendo las evaluaciones de nuestro tema en cuestión, según los programas que más nos gustaban como el socrative, quizbean ...
Y así fue como terminó nuestro comienzo de semana. Mañana seguirá nuestra compañera Pilar con otro día en nuestra formación. 👏😊
Frase que a muchas y muchos de nosotros nos viene al dedillo, ya que en algún caso de nuestras vidas hay momentos que nos ha causado tanta vergüenza que podemos sentirnos muy incómodos, pero ésta puede ser una buena manera de superar cosas, pruebas, retos ... e ir mejorando día a día.
Seguidamente nuestro docente Manolo nos propone el curioso caso de " los ojos claros y oscuros".
Si los tenéis oscuros estáis de suerte, porque según unos test de inteligencia, los que poseen los ojos oscuros son mejores que el resto. Y claro está, que a nosotras ésto no nos cuadraba mucho, respondiendo así cada una de formas diferentes.
Pero, ¿ Qué pasaría si dividiéramos a una clase de alumnos de primaria en función del color de ojos y les convenciéramos de que uno es superior al otro?.
Lo podemos comprobar en el siguiente vídeo: Una clase dividida.
El propósito del ejercicio era demostrar a la clase los efectos de la discriminación.
Los niños con ojos marrones debían llevar atado al cuello un pañuelo de color negro para que pudieran ser reconocidos en la distancia. Además, estaba prohibido que los de ojos marrones se acercaran a los de ojos azules.
Al final del día los niños de ojos marrones reclamaban que sentían que "todo lo malo le sucedían a ellos". En cambio, los alumnos de ojos azules disfrutaban de sus ventajas aprovechándose del otro grupo.
Al día siguiente, la profesora invirtió los papeles, y al terminar el día reunió a todo los alumnos para explicarle la finalidad del ejercicio, y era hacerles conocer cómo funciona el racismo y hacerles reflexionar sobre los prejuicios sociales y cómo afectan éstos a la educación y a la formación de nuestra sociedad.
Con éste experimento podemos darnos cuenta que se trata de un efecto pigmalión, ya que es un suceso que describe la creencia que tiene una persona de poder influir en el rendimiento de otra.
Y con esta reflexión, nos vamos a nuestra merienda, con una visita inesperada de Juan Luis que nos hizo mucha ilusión poder volver a verlo.
Pasado éste rato, cada una de forma individual, nos pusimos manos a la obra haciendo las evaluaciones de nuestro tema en cuestión, según los programas que más nos gustaban como el socrative, quizbean ...
Y así fue como terminó nuestro comienzo de semana. Mañana seguirá nuestra compañera Pilar con otro día en nuestra formación. 👏😊
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